Cien noches, de Luisgé Martín
- alesonzini
- 25 abr 2021
- 3 Min. de lectura

Ficha técnica
Título: Cien noches
Autora: Luisgé Martín
Sello editorial: Anagrama
Fecha publicación: diciembre de 2020
Páginas: 262
Cien noches, es la novela que llevó al escritor madrileño, Luisgé Martín (Madrid, 1962) a recibir el 38° Premio Herralde de Novela, 2020. Cabe mencionar que Los llanos, de Federico Falcó, fue finalista de dicho Premio.
Luisgé Martín, es licenciado en filología hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y MBA por el Instituto de Empresa. Durante su trayecto como escritor, Luisgé ha sido galardonado con los Premios: Ramón Gómez de la Serna de narrativa, el Antonio Machado y el Vargas Llosa de relatos, y el Premio Llanes de Viajes. En Anagrama también publicó La mujer de sombra, una verdadera obra maestra; La misma ciudad, su novela psicológica; La vida equivocada; El amor del revés, su libro autobiográfico; y el ensayo El mundo Feliz.
Cien noches, es una novela de ficción, un relato moral y de debate existencial sobre las fantasías e infidelidades. ¿Fidelidad versus infidelidad?, esa es la cuestión.
Con trazas detectivescas, esta novela indaga en el amor y la traición. Sin ser una novela erótica, posee una narración sensual por donde se la lea, con bases científicas, que explora las diferentes maneras que adoptan las mentiras en las parejas.
¿De qué va la novela?
En Cien noches, el autor plantea un experimento antropológico llevado a cabo por un grupo de detectives. La historia comienza con la descripción de un complejo estudio sexológico, financiado por Adam Galliger, un excéntrico filántropo neoyorquino; y dirigido por Amos Lowery, un doctor de la Universidad de Harvard famoso por sus teorías sobre el capital erótico, semejantes a las que la socióloga británica Catherine Hakim ha expuesto en algunos libros. Esta investigación fue llamada Proyecto Coolidge, y el objetivo principal era el estudio de las conductas, tendencias, gustos y fantasías sexuales de catorce mil personas entrevistadas de entre dieciocho y ochenta años. Este apuntaba a explorar el comportamiento sexual secreto de los individuos. No las perversiones, sino la infidelidad.
Según el relato, psicólogos e investigadores sociales llegaron a una conclusión: en todas las investigaciones sobre la vida sexual hay una sospecha de mentira. Los hombres y mujeres que se someten a este tipo de cuestionarios suelen engañarse a si mismos. Muchos han olvidado en el fondo de sus memorias aquellas cosas de las que se avergüenzan. Por lo que el factor central de esta investigación se focalizó en la fidelidad sexual de los encuestados. Se investigó encubiertamente a los participantes que habían asegurado no haber traicionado nunca a sus parejas. El propósito era determinar de manera exacta, factual, quién había dicho la verdad y quién había mentido. Para tal tarea, contrataron detectives privados, hackers, y analistas tecnológicos de Amazon y de Google.
De esta manera empieza esta desopilante novela, donde se exploran las distintas formas de amor.

Así comienza Cien noches:
Christopher Madison entra en el despacho de Adam Galliger. Se sienta con la espalda muy recta y las piernas juntas, como siempre, y antes de empezar a hablar se estira los puños de la camisa para que asomen cuatro o cinco centímetros de la bocamanga de la americana. Al otro lado de la mesa, Galliger examina su comportamiento con una sonrisa compasiva en los labios. Observa su indumentaria: cuando quiere tratar un asunto comprometido se pone unos gemelos de oro y una corbata oscura sin dibujos.
“¿Qué desea, Christopher?”, pregunta. Lo hace con respeto y con interés, aunque sabe perfectamente de lo que Madison ha venido a hablar. Se divierte viendo cómo se le atiesa más el cuerpo, cómo aprieta las manos sin atreverse a decir nada. Aunque Madison sin duda ha ensayado varias veces sus palabras, ahora le flaquea la fuerza. Galliger deja pasar el tiempo con crueldad, pero siente afecto hacia ese hombrecito anciano que lleva sirviendo a los intereses de su familia desde que él era joven. Debería haberse jubilado ya hace muchos años, pero si lo hiciera creería seguramente que es deseleal.
“En el presupuesto mensual de la dirección he visto unas facturas proforma que deben de estar equivocadas, señor Galliger”, dice con un hilo de voz, moviendo las pupilas hacia uno y otro lado del despacho. “No creo que esten equivocadas, Christopher”, responde con cierta dulzura Galliger, que sabe bien a qué facturas se refiere. “Yo mismo revisé el estadillo contable”.
Recomendación final
Es una novela extravagante, de ficción, que por momentos uno se pregunta ¿realidad o fantasía?, con dejos detectivescos que, sin ser erótica, habla sobre las diferentes formas del amor. Me encantó este libro, digno de ser leído y releído, una y cien veces.
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Gracias.
¡Nos encontramos en la próxima reseña!
Lic. María Alejandra Sonzini
Excelente!!! Muy bueno!!!
Ja! Sin duda es un tema atrapante! Muy buena tu reseña... creo que es el próximo libro que voy leer!